Antonio Reparaz Araujo dirigía la 4ª Compañía de la Guardia Civil con sede en Andújar a la llegada de las fuerzas republicanas del general Miaja. Sus verdaderas lealtades nunca quedaron del todo claras.

Aunque de origen valenciano, Alejandro Peris se vinculará muy pronto con Jaén, siendo diputado a Cortes por esta circunscripción en 1931 y 1936. Jugó un papel relevante en el fracaso de la sublevación militar en la provincia.

Santiago Cortés González fue uno de los oficiales que partió desde Jaén con el contingente que se trasladó al Santuario de la Virgen de la Cabeza. Allí protagonizaría uno de los episodios más conocidos de la guerra civil española.

Voluntario en las Milicias Populares, sindicalista en el sector minero de la UGT y concejal socialista del Ayuntamiento de La Carolina en distintos periodos, Cirilo Guerrero fue fusilado por ello en octubre de 1939.

Escritor y jurista, desarrolló además una vasta carrera política, siendo alcalde de Tarancón, presidente de la Diputación Provincial de Cuenca y gobernador civil de  Soria y Jaén, donde ejerció brevemente en el verano del 36.

Alcalde de Huelma por la UGT desde el 16 de marzo de 1937 hasta el final de la guerra. Aunque fue condenado a muerte se le conmutó la pena por la de reclusión mayor que cumpliría en distintas cárceles de la Península.

Alcalde socialista de Úbeda desde el 9 de marzo de 1936 hasta el 4 de junio de 1938. Tras el fin de la guerra se exilió a Francia y posteriormente a Inglaterra donde en 1972 formaba parte de la Sección del PSOE en Londres.

Afiliada al PSOE y a la UGT, María Juana Román fue alcaldesa de Castellar de Santisteban desde 1938 hasta el fin de la guerra. Sufrió cárcel, destierro e incautación de bienes, muriendo en 1982 en su localidad natal.

Con gran capacidad de aprendizaje autodidacta, Juan Ruiz llegaría a ejercer de alcalde de Canena desde el 1 de julio de 1937 hasta el 8 de marzo de 1938 en que se incorporará a las filas del ejército republicano.

Alcalde de Cazalilla, organizó las milicias locales al iniciarse la guerra, lo que le valdría su detención al finalizar la contienda y el procedimiento sumarísimo donde se le condenó a muerte, fusilándole en el cementerio de Andújar.

OBISPO MANUEL BASULTO

El obispo de Jaén fue uno de los 13 prelados víctimas de la persecución religiosa durante la guerra civil. Integrante de los conocidos como «trenes de la muerte», fue asesinado en el Pozo del Tío Raimundo el 12 de agosto de 1936.

CORONEL HUESO RUBIO

Fernando Hueso Rubio fue uno de los supervivientes del Santuario de la Virgen de la Cabeza. Escribió unas memorias, aún inéditas, donde narra tanto el asedio como la situación que se vivía en Jaén al inicio de la guerra.

Miembro de la UGT y del Partico Comunista de España, formó parte de la Corporación Municipal de Andújar, siendo durante la guerra secretario del Frente Popular. Pudo huir a Francia poco antes de finalizar la contienda.

Alcalde socialista de Bailén desde junio de 1936 hasta el final de la guerra, Juan Comino fue condenado en un Consejo de Guerra a la pena de muerte y fusilado en su misma localidad el 28 de noviembre de 1939.

Juan José Campillo Jurado fue primer teniente de alcalde socialista del Ayuntamiento de Baños de la Encina y miembro del comité del Frente Popular durante la guerra civil. Fue fusilado en La Carolina el 25 de enero de 1940.

De origen vasco, el capitán Carlos de Haya fue un aviador español especialmente conocido por su participación en el bando franquista y su apoyo suministrando víveres a los sitiados en el Santuario de la Virgen de la Cabeza.

Conocido con el apodo de «Salsipuedes», Manuel Castillo fue un guerrillero de la Sierra Sur jiennense. Nacido en Benalúa de las Villas, su final estuvo en Valdepeñas de Jaén abatido durante un enfrentamiento con la Guardia Civil.

Afiliada a las Juventudes Socialistas de Andújar, su activismo la llevó a sufrir prisión en diversas ocasiones. Junto a su marido, Anastasio Valdivia, militó en la clandestinidad hasta la llegada de la Democracia.

Nacido en LInares en 1884, militó desde muy joven en las filas socialistas y en la UGT, representando a ambas formaciones en distintos congresos nacionales. Fue Gobernador Civil de Jaén en el primer año de la guerra.

Alcalde de Jaén durante la mayor parte de la guerra, ocupó además otros cargos políticos locales y provinciales. Aunque intentó huir al finalizar la contienda, fue detenido en Baza y fusilado en Jaén el 22 de febrero de 1940.

Educada en una familia de profunda religiosidad, asistía a su hermano que era párroco en la pequeña localidad de Quesada de la Sierra. Víctima de la intolerancia religiosa, fue asesinada el 10 de diciembre de 1936.

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