Nieto Alcalá-Zamora y Torres nació en Priego de Córdoba el 8 de agosto de 1877. Desde su más temprana juventud fue un alumno brillante, lo que ya vaticinaba que acabaría sus estudios superiores con excelentes calificaciones, siendo el primero de su promoción en las oposiciones a la abogacía del Estado.

Por esas fechas, entrado ya el siglo XX, se vinculó al círculo liberal del conde de Romanones, dando sus primeros pasos en la política, aunque siempre dentro de la facción progresista. Ocupará distintos cargos en los gobiernos sucesivos, desde secretario de Romanones en el de Canalejas, hasta ministro de Fomento en el de García Prieto. En ese mismo gobierno fue también titular del ministerio de la Guerra, si bien de este cargo dimitiría por discrepancias con el ministro de Estado.

Al inicio de la dictadura de Primo de Rivera su actitud es de expectación, postura que cambiará cuando el gobernante decide prolongar su régimen. Una vez caído el dictador, el propio Alcalá-Zamora, en una conferencia realizada en Valencia, se atreve a prometer una República respetuosa con la Iglesia. Esta definición atrajo a un amplio sector de las clases medias desencantadas con el Dictador y con el Rey.

En agosto de 1930 fue designado presidente del Comité Revolucionario, que cuando se produce el cambio de régimen se llamaría Gobierno Provisional. Tras el pronunciamiento de Jaca, sería confinado en la cárcel modelo de Madrid, de donde salió una vez celebrado el juicio.

Proclamado presidente de la República el 18 de diciembre 1931, tuvo que enfrentarse al pronunciamiento de Sanjurjo, lo que propició tanto las reformas deseadas por Azaña, como la aprobación del Estatuto catalán, aunque él era contrario a la idea de la autonomía.

Las elecciones de 1933 darán un vuelco total a la política ya que triunfa el centro-derecha, iniciándose una crisis del régimen ya que la izquierda se mostró reacia a aceptar el nuevo mapa político. En este contexto tiene lugar la intentona revolucionaria de octubre de 1934, que llevará a Alcalá-Zamora a intentar minimizar las consecuencias jurídicas reduciendo al mínimo las condenas.

Después de estos hechos la crisis se hizo más patente y, tras entregar el poder a Portela Valladares, se disuelven las Cortes, convocándose unas elecciones generales que acabaría ganando el Frente Popular. Alcalá-Zamora sería depuesto por el bloque de izquierdas que se había hecho con el poder, apartándose desde ese momento de la política.

El estallido de la guerra le sorprendió en un viaje de placer con su familia por el norte de Europa, instalándose en Francia donde sus recursos económicos serán bastante exiguos. Después de que ambos bandos lo repudiaran, emigró a Buenos Aires pasando primero por México. Allí le acompañaron dos de sus hijas y su primogénito.

Despojado de sus bienes en España, se mantuvo gracias a sus artículos para la prensa francesa y argentina, así como a numerosas publicaciones de todos los géneros que llegaron a ser la base de su sustento. Fallece en Buenos Aires el 18 de febrero de 1949, pero no sería hasta 1977 cuando se repatrien sus restos, entierrándose en el panteón familiar de Madrid.

En 1986, su casa natal en Priego de Córdoba fue donada por sus hijas Isabel y Purificación al Ayuntamiento que la adecuó para museo un año más tarde, siendo también hoy la sede del Patronato que gestiona el centro expositivo y divulga la figura del que fuera presidente de la Segunda República española.

error: Contenido protegido !!