
José Villalba Rubio nace en Toledo el 25 de febrero de 1899 en el seno de una familiar con fuertes vínculos militares, su padre llego a ser ministro de la Guerra entre 1919 y 1920.
En 1904 ingresa como cadete en la Academia de Toledo de donde saldría en 1908 con el grado de 2º teniente.
Su carrera militar la desarrollará en el Protectorado de Marruecos ya que participará en la campaña de 1909, en el Desastre de Annual en 1921 y en la campaña del Desquite de 1925.
El 3 de enero de 1936 será ascendido a coronel de infantería y destinado en Barbastro (Huesca). Cuando estalla la contienda decide permanecer fiel a la República e intenta sin éxito tomar la ciudad de Huesca.
El 4 de enero de 1937 pasa a hacerse cargo de la defensa de Málaga ante el avance del ejercito sublevado, pero cuando la ciudad cae, huye a Almería. El 21 de febrero, Largo Caballero lo cita en Valencia y lo cesa en el mando. Posteriormente será acusado de traición a la República y encarcelado junto con otros jefes militares por la pérdida de la ciudad malagueña.
En 1938, después de ser exonerado de las acusaciones anteriores, pasará a las órdenes del Estado Mayor Central. Pocos días antes de la caída de Barcelona, organiza la evacuación de Gerona y se retira a Francia hasta que en julio de 1949 se presenta voluntario en la Secretaría de Justicia de la Capitanía General de Madrid.
Se le juzgará en Consejo de Guerra el 11 de febrero de 1950 y condenado a 12 años de prisión, pero Francisco Franco le aplicará un indulto por dar auxilio a gentes afines a la Causa Nacional y por no compartir ideales con el enemigo.
En los albores del siglo XX se trasladó a Barcelona y posteriormente a El Tejar, donde fue nombrado director del diario La Publicidad, que se acabaría convirtiendo en sus órgano personal y del que mantuvo el control hasta 1906 cuando fue cesado fulminantemente por su abierto apoyo a los “hechos del ¡Cu-Cut!”. Ese mismo año fundaría en la misma ciudad el diario El Progreso.
En su faceta política, Lerroux militaría desde su juventud en los partidos republicanos, siendo su principal mentor Manuel Ruiz Zorrilla —líder histórico del republicanismo—. En 1901 fue elegido diputado por primera vez, escaño que revalidó durante los comicios de 1903 y 1905. Hacia 1903 el movimiento conocido social y político conocido como lerrouxismo, por haberse creado en torno a su propia figura, había alcanzado en Barcelona su momento cumbre. Ese año, además, participó en la fundación de la Unión Republicana, entre cuyos miembros se había contado con el republicano «histórico» Nicolás Salmerón. Sin embargo, pronto acabaría distanciándose y en 1908 funda y lidera el Partido Republicano Radical (PRR), donde podría en práctica una retórica demagógica caracterizada por un discurso obrerista, anticlerical y diametralmente opuesto al incipiente nacionalismo catalán. Posteriormente, adoptaría posiciones más moderadas, jugando un importante papel en la proclamación de la Segunda República.
Enfrentado a los gobiernos de Azaña durante el llamado bienio «reformista», a partir de septiembre de 1933 asumiría la presidencia del Consejo de Ministros y se convirtió en uno de los principales árbitros de la situación política durante el bienio «radical-cedista». Sin embargo, este giro hacia posiciones mucho más conservadoras, llevó a su partido a sufrir varias escisiones, a la par que un notable descrédito dañaría su figura como consecuencia de una serie de escándalos de corrupción que se hicieron públicos a finales de 1935.
Tras el hundimiento del Partido Radical en las elecciones de 1936, Lerroux desapareció del escenario político, asumiendo el descalabro político de la formación que vio reducida su representación parlamentaria a 5 escaños.
Conocedor por su múltiples contactos de que se estaba gestando un levantamiento militar, el 17 de julio de 1936 abandonó su finca segoviana de San Rafael, donde se encontraba pasando unos días de descanso, y marchó precipitadamente hacia Portugal, manteniéndose en el exilio durante el resto de la contienda. Durante este periodo, al igual que muchos antiguos «radicales», Lerroux mostró su apoyo el bando sublevado, enviando en el primer aniversario de la contienda, un mensaje de adhesión al general Franco.
Enfermo y octogenario, regresó a España en 1947, instalándose en Madrid, donde fallecería dos años más tarde.